Está haciendo unos días de mucho calor, así que es normal que apetezcan cosas más fresquitas, más ligeras y más coloridas. Por eso hoy subo esta receta de pasta verde, para que tengáis más ideas de ensaladas que se salgan un poco de lo clásico ;)
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 30 minutos + tiempos de reposo
Raciones: para 2-3 personas
Ingredientes:
♥ 1 taza de espinacas congeladas
♥ 2 cucharadas de aceite de oliva
♥ una pizca de sal
♥ 1 diente de ajo, sin nervio, picado
♥ 1 taza y ½ de pasta corta (espirales, macarrones, lo que quieras)
♥ canónigos, espinacas frescas, tomates cherry, lombarda, hierbabuena y achicoria roja (1 taza de todo junto, picado)
Para el aliño (opcional):
♥ 2 cucharadas de tahini blanco
♥ 100 ml de leche de soja (u otra leche vegetal sin azucarar y sin sabores)
♥ 1 cucharadita de zumo de limón
Pon las espinacas congeladas junto con el aceite en una cacerola pequeña, tapado, a fuego lento. Remuévelo de vez en cuando hasta que se descongelen las espinacas. Súbelo a fuego medio-alto y añade la sal y el ajo. Dóralo todo junto 3-4 minutos y añade 1 taza de agua.
Cuando empiece a hervir retíralo del fuego y cuela el líquido con un colador (si lo prefieres deja la pulpa).
Pon a hervir abundante agua para cocer la pasta. Cuécela la mitad de minutos que indique en el paquete (en mi caso ponía 8 minutos, así que la herví durante 4 minutos).
Escurre la pasta y vuelve a ponerla en la cacerola al fuego. Agrega el caldo de espinacas y deja que se termine de hacer, medio tapado, a fuego medio. Remuévelo de vez en cuando. Cuando la pasta esté hecha no quedará caldo (si queda algo puedes subir un poquito el fuego y que se evapore, removiendo constantemente para que no se nos pegue la pasta). Pruébala y añade una pizca más de sal si lo ves necesario.
Una vez hecha la pasta deja que se enfríe, removiéndola alguna que otra vez para que no se pegue.
Para hacer el aliño basta con mezclar en un bol todos los ingredientes. Puedes dejarlo en la nevera hasta que lo vayas a usar.
Cuando la pasta esté fría mézclala con el resto de ingredientes y el aliño (es opcional).
Puedes servir esta ensalada como primer plato o como acompañamiento de otros platos.
La verdad es que se pueden poner otras hojas frescas y brotes, las que tengamos en la nevera: brotes tiernos de remolacha, rúcula, berros, las puntitas de la col china, hojas de mostaza picadas, brotes de soja o de alfalfa, etc. Y podemos variar las hierbas también. Yo he usado sólo hierbabuena para darle mucho frescor, pero podéis añadir perejil y/o cilantro, que quedan estupendos.
Los tomates cherry le darán un buen contraste de sabor, color y jugosidad, puedes elegir los que más te gusten o picar un tomate de pera, por ejemplo. También puedes añadir tomates secos rehidratados en agua o pimientos del piquillo asados.
Como veréis la receta es bastante similar a la del arroz verde. Hacemos las espinacas, las colamos y utilizamos el jugo para nuestra pasta. Así nos queda una pasta de color verde brillante, de sabor suave, fresca y suelta. Lo que nos sobre lo podemos guardar en un envase cerrado en la nevera (hasta 3 días) o congelarlo (hasta 3 meses).
Con la pulpa de espinacas que nos ha sobrado podéis hacer otras recetas, como una corona de hojaldre, qutabs, un pesto de espinacas, o utilizarlo como ingrediente al hacer, por ejemplo, albóndigas.
Aunque el aliño es opcional, os lo recomiendo mucho. Hace la pasta más cremosa, fresca (por el limón) y de sabor más a frutos secos (por el tahini). Eso sí, llena bastante ;)
Para una ensalada más completa aún, especialmente si va a ser plato único, añadid un puñadito de nueces o frutos secos variados.
Espero que disfrutéis esta ensalada ahora que vienen unos días de mucho calor! :)
- 1 taza de espinacas congeladas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- una pizca de sal
- 1 diente de ajo, sin nervio, picado
- 1 taza y ½ de pasta corta (espirales, macarrones, lo que quieras)
- canónigos, espinacas frescas, tomates cherry, lombarda, hierbabuena y achicoria roja (1 taza de todo junto, picado)
- 2 cucharadas de tahini blanco
- 100 ml de leche de soja (u otra leche vegetal sin azucarar y sin sabores)
- 1 cucharadita de zumo de limón
- Pon las espinacas congeladas junto con el aceite en una cacerola pequeña, tapado, a fuego lento. Remuévelo de vez en cuando hasta que se descongelen las espinacas. Súbelo a fuego medio-alto y añade la sal y el ajo. Dóralo todo junto 3-4 minutos y añade 1 taza de agua.
- Cuando empiece a hervir retíralo del fuego y cuela el líquido con un colador.
- Pon a hervir abundante agua para cocer la pasta. Cuécela la mitad de minutos que indique en el paquete.
- Escurre la pasta y vuelve a ponerla en la cacerola al fuego. Agrega el caldo de espinacas y deja que se termine de hacer, medio tapado, a fuego medio. Remuévelo de vez en cuando. Pruébala y añade una pizca más de sal si lo ves necesario.
- Una vez hecha la pasta deja que se enfríe, removiéndola alguna que otra vez para que no se pegue.
- Para hacer el aliño basta con mezclar en un bol todos los ingredientes. Puedes dejarlo en la nevera hasta que lo vayas a usar.
- Cuando la pasta esté fría mézclala con el resto de ingredientes y el aliño (es opcional).
- Puedes usar la pulpa de espinacas para otras recetas.
